Tan sólo quedan 10 semanas para la Navidad y hay que ir pensando en qué queremos regalar a nuestros clientes para que nos tengan presentes en el Nuevo Año porque, no nos engañemos, a todo el mundo le gusta abrir regalos.
La finalidad de estos objetos promocionales es afianzar la imagen de marca por eso, entre la multitud de productos existentes, hay que saber elegir. Lo mejor es confiar la tarea a profesionales del sector que asesoren y busquen las mejores ofertas del mercado.
Para ayudar en la selección, aquí damos algunas claves fundamentales:
No olvidar que con el merchandising elegido va a transmitir la imagen de empresa deseada, hay que preocuparse por el tipo de producto, su valor, las emociones que se suscitan, los colores que se emplean…todo condiciona la imagen de marca y, en definitiva, las ventas.
Hay que elegir productos en los que el logotipo de la marca pueda ser claramente identificado y marcado: que no quede torcido, se lea mal o tenga un tamaño desproporcionado. Un mal diseño o una mala elección de colores, puede tener el efecto contrario al deseado.
Los objetos, por baratos que sean, tienen que ser de calidad. Un regalo que se rompe o se estropea nada más abrirlo deteriora la imagen de empresa y puede crear una emoción negativa respecto a la marca. Si se producen objetos de buena calidad, serán de larga durabilidad, por lo que el impacto de la marca también será más prolongado en el tiempo.
Hay que diseñar objetos vinculados con el objeto de la empresa o con la campaña de comunicación que se esté llevando a cabo. Se busca transmitir una imagen fresca e innovadora en consonancia con la marca.
Conviene producir varios productos diferentes en función del uso que les vayamos a dar. No es lo mismo un regalo promocional para un visitante de una feria que un regalo para un cliente final o un regalo conmemorativo.
En definitiva, el merchandising en empresas es un modo de crear vínculos emocionales con los clientes. Con estos pequeños artículos, los clientes se sentirán importantes y su fidelización será un hecho. Estos objetos promocionales pueden conseguir que las empresas se conviertan en ‘Lovemark’ para sus clientes.
Y no conviene olvidar que, aunque su precio depende mucho del producto encargado, tipo de personalización, las calidades y las cantidades encargadas, hoy en día resulta relativamente económico, sobre todo, si este coste lo comparamos con el de otros soportes publicitarios. Así que ahora es el momento perfecto para encargarlos.
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